¡Hola a todos!
Hoy no vengo para algo en especial. Hoy solo me apetecía sentarme delante del teclado y escribiros. Contaros un poquito de mi, de mis pensamientos, de mi forma de ver la vida.
Como la mayoría sabréis, desde septiembre vivo en Elche con mi novio, y no podéis imaginaros lo bonito que es esto. Aún así tengo que reconocer, que obviamente, para mi no hay nada mejor que Andalucía; ya no solo por sus paisajes, sus monumentos o su arte, si no por su gente. Más bien por la mía.
Muchos creen que la distancia, gracias a las tecnologías, ya no se siente tanto; pero para nada es así. Es cierto que ahora puedes ver a una persona que está a cientos de kilómetros de ti, pero sin sentir el calor de un abrazo. También es cierto que podéis enviaros cosas, pero no sentir el contacto al dároslas. Por supuesto que puedes seguir riendo y llorando con las mismas personas, pero no están tomándose un café contigo.
Para mi, la distancia lo bueno que tiene es que enseña mucho. ¡Muchísimo! Quien de verdad esté lejos de su familia y no pueda ir cada fin de semana a su casa como si nada hubiese cambiado entenderá lo que estoy diciendo. A mi lo más importante que me ha enseñado es a valorar. A valorar la presencia y las ausencias. A valorar lo que los demás hacen por mi, y a darle el valor que se merece lo que yo hago por los demás. Me ha enseñado quién sigue estando aunque pasen meses sin verte, y quien en realidad nunca estuvo. Me ha enseñado que tu lugar está con la gente que te quiere, y que solo siendo tú misma conseguirás ese amor.
Lo que más agradezco de vivir esta experiencia es haberme dado cuenta pronto de lo que de verdad significa mi madre para mi. Como una madre no hay nada, pero parecido tampoco. Ese amor incondicional, el apoyo constante y la generosidad continúa no tiene precio. Es la persona que sufre toda nuestra adolescencia, nuestras peores palabras y deseos, nuestros enfados y nuestro humor; la que sufre nuestras derrotas y con la que no queremos celebrar nuestros éxitos.
Pero hoy, y desde hace un tiempo, lo único que quiero es que me acompañe a cada paso que yo dé, que se sienta orgullosa de lo que logré, y no solo compartir con ella mis victorias, si no dedicárselas y agradecérselas, porque en parte son por ella.
Para finalizar y a modo de reflexión os dejo este pensamiento:
"Aunque toda situación tiene su parte negativa, vamos a disfrutar de la positiva; de lo que tenemos, de lo que vivimos, de las oportunidades que se nos presentan. Lo que pasa es por algo, y lo que no, también. Y aunque a veces se nos haga difícil por no tener a quien queremos cerca, recordad que todos vivimos bajo la misma luna y que no hay kilómetros que separen corazones."
Por hoy voy a parar, porque me voy a poner sentimental y tampoco quiero que se haga demasiado larga. Ya seguiremos conociéndonos más. Me encantaría saber qué tal es vuestra experiencia y que me contéis cositas.
Nos vemos prontito, y muchos muchos besos!
Gracias por la parte que me toca. Decirte que yo también estoy orgullosa de ti, y que lo que siempre intentaré es que mis hijos sean felices, independiente de que me guste más o menos lo que hagan. Tenéis que aprender por vosotros mismos y yo acompañaros para ayudaros cuando caigáis. Os quiero
ResponderEliminarTe quiero mucho spy, no hay suficientes kilómetros que nos separen ��
ResponderEliminar